Suelen ser cortas y a veces pasan desapercibidas, presentan algunas de las siguientes características:
Mirada fija, confusión, falta de atención.
Parpadeo frecuente.
Movimientos involuntarios como lamerse los labios, etc. (4, 5, 6, 8, 9, 10)
Manejo inicial
Cuando el primer respondiente ha reconocido una crisis de estas características, se recomienda:
Observar a la persona con cuidado y explique a los demás lo que está sucediendo.
A menudo las personas que no reconocen este tipo de crisis, pueden pensar que la persona se encuentra aturdida por drogas o en estado de ebriedad.
Hablar en voz baja y con calma de una manera amistosa.
Guiar, suavemente, a la persona lejos de cualquier peligro, como escaleras, una carretera muy transitada o una estufa caliente.
No se recomienda sostener bruscamente a la persona, a menos que exista un peligro.
Las personas que tienen este tipo de crisis se encuentran en "piloto automático" en cuanto a sus movimientos. Esta situación puede hacerlos luchar o arremeter contra la persona que está tratando de contenerlos.
Permanecer con la persona hasta que recupere la conciencia, pregunte si hay alguien a quien pueda llamar, no debe permitir que conduzca u ofrézcale ayuda para volver a casa. (4, 5, 6, 8, 9, 10)
|