Revisión secundaria

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Con la evaluación secundaria nos referiremos a todos los procesos que se deberán realizar luego de la evaluación primaria y su manejo, con el fin de encontrar alguna lesión que se pasó por alto. Se debe realizar con más atención y exactitud.

La secuencia a seguir es la siguiente:

Historia Clínica

Es importante que el primer respondiente realice preguntas al paciente o un conocido con el fin de encontrar información importante para su atención médica. El interrogatorio es importante en los pacientes traumatizados, pero suele serlo más cuando se trata de la agudización de problemas clínicos como infartos o diabetes.

Mediante la nemotecnia AMPLIA:

      • A: Alergias, especialmente con respecto a medicamentos como los antibióticos y analgésicos.
      • M: Medicamentos: Si está tomando alguno, si es recetado o auto-medicado, para que lo toma, cada cuánto, qué dosis, y a qué hora tomó la última dosis. Anote los nombres de los medicamentos.
      • P: patologías previas, enfermedades y cirugías anteriores. Indispensable el conocimiento sobre padecimiento de enfermedades crónicas tipo hipertensión, diabetes, etc.
      • Li: libaciones consumo de alcohol y drogas.
      • A: Alimentos: última ingesta de alimentos, muy importante en caso de necesitar cirugía.

Adicionalmente, se pregunta datos personales como nombre, edad, tipo de sangre, etc. Resulta útil también preguntar sobre todo en niños el peso. (1, 2, 12)

Exploración del paciente

En la evaluación secundaria se deben valorar aquellas lesiones que no ponen en riesgo la vida del paciente por si solas, cuyo hallazgo se hará según regiones anatómicas en busca de: deformidades, hundimientos, asimetría, hemorragias, crepitaciones, entre otras, para lo cual es importante el observar, escuchar y sentir. (1, 2, 12)

Observar: Explorar la piel en busca de lesiones (quemaduras, contusiones, abrasiones, etc.) o hemorragias externas, así como estar atento de la existencia de signos de hemorragias internas (tensión exagerada o hematoma en crecimiento).

Identificar masas, deformidades o hendiduras, signos de que algo no está bien. (1, 2, 12)

Escuchar: Sonidos anormales al inspirar o espirar; crepitaciones, etc.

Sentir: Crepitaciones que se puedan sentir en los huesos al moverlos o la piel, observar si se mueve algo que no se debería mover. (1, 2, 12)

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