Procedimiento mediante el cual se limita el movimiento de la extremidad lesionada, lo que nos permitirá reducir el riesgo de mayor lesión, hemorragia y disminuir el dolor.
Para efectuar un correcto procedimiento de inmovilización se realizarán los siguientes principios:
Retirar la ropa de la extremidad afectada.
Si están presentes dos rescatistas el uno debe minimizar el movimiento de la fractura mientras se inmoviliza.
Aplicar un generoso acolchonamiento de las prominencias óseas para evitar lesiones por presión.
Debe inmovilizar la parte afectada y las articulaciones que estén cerca, por ejemplo si se fractura antebrazo se debe inmovilizar el codo y muñeca.
No aplicar vendajes apretados o flojos.
La porción distal debe quedar expuesta.
Antes de inmovilizar la fractura se debe colocar en posición correcta con maniobras delicadas y aplicando tracción de la porción distal de la fractura, si es una fractura expuesta y los fragmentos se reintroducirán estos deben ser previamente lavados. Solo se debe intentar por dos ocasiones, y no se debe realizar si aumenta el dolor o hay resistencia al movimiento. (2)
En el caso de una fractura abierta, cubrir la lesión con un apósito estéril y luego proceder a la inmovilización.
Después de inmovilizar coloque hielo, eleve la extremidad si es posible (si es práctico y no duele al paciente) para aliviar el dolor y edema.
Evaluar de forma periódica que exista correcta irrigación de sangre y función de nervios, es ideal hacerlo antes y después de proceder a la inmovilización. (1, 2, 3, 4)
Si el personal paramédico arribará de forma temprana al lugar del incidente se procederá a inmovilizar la extremidad afectada con las manos y mantenerla cómoda hasta esperar el arribo del personal paramédico, y en caso de ser necesario aplicar una suave tracción hasta colocarlo en una posición correcta.
Si el personal paramédico demorará en llegar o por circunstancias mayores, se deberá trasladar al paciente previamente inmovilizado por medio de férulas. (1, 2, 3, 4)
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