2. Problemas actuales en la búsqueda y gestión de fuentes documentales

Conceptos clave 

Base de datos especializada: es aquella en la que se almacenan documentos (escritos o audiovisuales) para satisfacer necesidades de información en áreas diversas del conocimiento.

Buscador (o motor de búsqueda): sistema que sirve para recuperar archivos que están alojados en servidores en internet.

Estilo de citación: reglas que establecen los datos que es necesario recabar para citar y referenciar una fuente, así como el orden en que deben disponerse


2.1. Acceso a las fuentes de consulta especializadas

El número de espacios de internet en los cuales es posible consultar información de índole académica son innumerables y de muy diverso orden. No obstante, su utilidad como fuentes de información puede verse disminuida por asuntos relacionados con el acceso —justamente uno de los criterios expuestos—; ciertos contenidos pueden estar disponibles solo de forma parcial, o bien requerir de suscripciones pagas para ser consultados. Es conveniente, por lo tanto, dar un repaso a una tipología general sobre dichos servicios, con miras a generar competencias que permitan orientar mejor el proceso de búsqueda de información relevante

2.1.1.  Definición de alcance de la búsqueda
Una de las razones que motivan la ineficacia de las búsquedas en internet corresponde a la falta de criterio para establecer las metas y límites de las mismas. Esto es, definir lo siguiente (Cordón García et al., 2010, p. 44)

  • Tipo de labor para la que se adelantará la búsqueda
  • Tipo de materiales que serán tenidos en cuenta al desarrollarla
  • Idiomas de consulta

2.1.2. ¿En dónde buscar?

La pregunta da lugar a múltiples respuestas, relacionadas de forma directa con lo expresado en 2.2.1.: el alcance de la búsqueda dará la pauta para establecer los lugares de donde se partirá para recabar información. A continuación mostraremos algunos aspectos relevantes de los más utilizados: los buscadores y las bases de datos.

2.1.2.1. Bases de datos
De más está reiterar que, especialmente en el desarrollo de trabajos de investigación que devendrán en artículos científicos, las bases de datos especializadas constituirán una valiosa fuente de consulta, en tanto contienen información cuya calidad ha sido evaluada por los equipos editoriales
de las revistas en las que se ha publicado. No obstante, es justamente la enorme cantidad de información alojada en ellas lo que hace que las búsquedas se tornen complejas. A este respecto, es conveniente conocer el funcionamiento y uso de los operadores booleanos (“and”, “or” y “not”), así como el uso de truncamiento de términos (p. ej. auto* recuperaría automóvil, autobús, etc.)

2.1.2.2. Buscadores
Los buscadores permiten acceder a recursos de innumerables variedades y orígenes. No obstante, hay algunos especializados en recuperar información de documentos científicos, de los cuales se destaca Google Académico (http://scholar.google.com). Este motor de búsqueda, surgido en 2004, sirve para tres propósitos: buscar el texto completo de un trabajo; buscar la producción bibliográfica de un autor; de una revista o sobre un tema; [y] buscar las citas que recibe un trabajo (libro, artículo de revista, tesis, informe…) (Torres-Salinas, Ruiz-Pérez, & Delgado-López-Cózar, 2009, p. 502).


2.2. Problemas en el desarrollo de la búsqueda

2.2.1. Criterios de selección de fuentes
En el ejercicio de cualquier proceso que radique en componer una lista de fuentes es importante disponer de criterios mínimos de selección, de tal forma que la información recabada resulte verdaderamente útil para el trabajo. Ahora bien, la proliferación de nuevas fuentes de información alojadas en páginas web como blogs y repositorios de contenidos, aunque positiva en tanto sustento teórico adicional, puede traer dificultades si no se tiene criterio alguno para valorar la idoneidad de la información, en especial aquella que proviene de documentos electrónicos por cuanto puede obedecer a “propósitos personales, comerciales y no académicos” (Martínez, 2013, p. 45).

Con lo anterior, al embarcarse en la tarea de recabar fuentes es importante realizar dos tareas básicas: primero, establecer el alcance y el objeto de la búsqueda (Córdón-García et al., 2010, p. 42); y segundo, plantearse ciertos cuestionamientos respecto de la fiabilidad de dichas fuentes, de modo tal que las listas de referencias acopiadas manualmente o a través de un gestor sean verdaderamente útiles para el trabajo a realizar, o bien para iniciativas futuras. En este sentido, la tabla 2 presenta algunas consideraciones básicas que sugerimos tener en cuenta al evaluar dos tipos de materiales: artículos (impresos o digitales) y recursos web (entradas de blogs, páginas personales, portales)

2.3.2. Fragmentación de los resultados de las búsquedas
En ocasiones —y en el caso que nos ocupa, cuando se decide confiar en un gestor para recopilar fuentes documentales—, bien sea por la cantidad de referencias, o porque estas no serán utilizadas en un tiempo prudencial, pueden pasarse por alto detalles importantes respecto de las mismas que, dado el caso, podrían servir como insumo de consulta en ejercicios de investigación o escritura posteriores.

Ante esto, diversos materiales educativos recomiendan adquirir el hábito de elaborar fichas de lectura; esto es, documentos cuyo objeto es acopiar la información más relevante sobre el material que se ha leído (Universidad Nacional de Colombia, 2013, p. 1), de tal forma que pueda ser ubicada y consultada posteriormente.


2.4. Falencias en citación y referenciación
Aun cuando el uso de gestores automatiza el proceso de exportación de citas a procesadores de texto, es importante tener presentes dos cuestiones: primera, aun con la automatización mencionada, el usuario es responsable absoluto de disponer de forma adecuada las citas y referencias en su escrito; y segunda, aun los gestores modernos distan de arrojar resultados perfectos en lo que respecta a la exportación, en particular con citas provenientes de recursos disponibles en la web, como entradas en blogs y archivos audiovisuales.

2.4.1. Citas textuales inadecuadas que pueden devenir en situaciones de plagio involuntario
No aludiremos aquí a los casos en los que de manera intencional se copia el trabajo de otros sin darles crédito. En lugar de ello, nos referiremos a aquellas situaciones en las que, por descuido o desconocimiento de las nociones básicas de citación, se incurre de forma involuntaria en situaciones que podrían ser consideradas como casos de plagio. Tómese una comparación entre un texto original (izquierda) y una cita inapropiada del mismo (derecha):

Si no conociésemos el original, tenderíamos a pensar que el fragmento de la derecha corresponde a una elaboración propia respecto del texto citado; por el contrario, se trata de una cita textual, apenas con unas pocas alteraciones (adición del apellido “Nieto” y cambio del mismo por el pronombre personal “él”), la cual no se introduce de forma adecuada en el texto, hecho que deriva en la confusión mencionada.
Lo anterior deviene de la carencia de una distinción clara entre las nociones de paráfrasis y cita textual, dos acciones que corresponden al mismo campo, pero cuyas formas y objetivos no son siempre los mismos. Mientras que la primera es una estrategia por medio de la cual se expresa lo dicho en el texto original en palabras distintas —cita indirecta—, la segunda es una transcripción literal del escrito de otro autor (aun cuando se omitan o añadan pequeñas aclaraciones o comentarios), esto es, una cita directa, y debe identificarse como tal.
Dado que provienen de la interpretación personal del autor sobre los trabajos que cita en su escrito, las formas que pueden adquirir las paráfrasis son múltiples y numerosas. A manera de ejemplo, mostramos aquí lo que podría ser una de varias paráfrasis del texto. Nótese que la oración se introduce con una alusión directa al autor del escrito original, a la vez que se emplean términos distintos para expresar la misma idea.

Las diversas formas de alusión directa o indirecta a las voces de otros, llamadas en su conjunto discurso referido, son tema de numerosos trabajos; destacamos aquí algunos que podrían consultarse en caso de que se quiera profundizar en esta temática. De un lado, si se desea consultar una descripción lingüística de este tipo de discursos se encuentra lo contemplado al respecto en la Nueva gramática de la lengua española (Real Academia Española, 2009), así como un artículo de Maldonado dedicado al tema en la Gramática descriptiva de la Lengua Española (1999). De otro lado, para una explicación más sucinta y esquemática respecto de las formas adecuadas de citación, es posible remitirse al texto “Citas y tipos de citas” de Planas, Aragón y Aportela (2013, pp. 98-100) ;

2.4.2 Referencias con datos incompletos
Este inconveniente, común y muy recurrente, carece de una solución automática e inmediata; corresponde al investigador verificar que las referencias contengan todos los datos requeridos. A este respecto, la búsqueda de artículos o recursos específicos en buscadores y bases de datos puede ayudar a recuperar la información faltante. En el caso de los libros, sugerimos acudir al catálogo en línea Worldcat (http://www.worldcat.org): a la vez que constituye una valiosa fuente de consulta referencial (i. e. enlista los materiales, pero no permite consultarlos), es compatible con la función de captura de varios gestores bibliográficos. De igual manera, en ocasiones resulta de utilidad dirigirse a sitios comerciales como Amazon por cuanto sus catálogos disponen de datos bibliográficos completos sobre los libros que comercializan.

2.4.3. Uso de normativas de citación mal adaptadas a lenguas distintas del español
Es común encontrar casos como el siguiente en listas de referencias elaboradas o bien manualmente, o bien con la asistencia de gestores bibliográficos: 

La frase señalada (retrieved from, “recuperado de”) es solo uno de numerosos ejemplos que involucran la presencia de elementos propios de la normativa de citación escritos en lenguas distintas del español. Lo mismo ocurre con nombres de ciudades (lugar de edición, en el caso de las publicaciones), por citar otro ejemplo.
Este tipo de dificultades tiene dos causas: o bien los metadatos de la referencia recabados por el gestor —en caso de haberlo utilizado— están escritos en otra lengua, o bien la configuración de idioma en las opciones de exportación del gestor utilizado es incorrecta. Mientras que el primer caso exige revisar manualmente las referencias para verificar la información, el segundo puede solucionarse cambiando los parámetros de exportación de las referencias en la configuración de uno de los gestores.
Ahora bien, no todos los gestores permiten hacer esto; corresponderá entonces al usuario hacer manualmente los ajustes a los que haya lugar en caso de ser necesario, reemplazando los términos y frases extranjeros por sus equivalentes en español.

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