3.2.6 Extremidades
3.2.6 Extremidades
Se deberá valorar la simetría, el color, la temperatura, pulsos distales, y en caso necesario usar férulas para inmovilizar al paciente (1, 2).
Lesiones músculo esqueléticas
Las lesiones del aparato músculo esquelético por lo general no amenazan la vida, sin embargo son potencialmente peligrosas, debido al daño permanente o incapacidad que pueden causar en el niño al no ser detectadas o tratadas a tiempo, las más comunes son fracturas, esguinces, luxaciones y desgarros musculares. Su manejo inicial se centra en la aplicación de frío local (Independiente de la lesión), inmovilización adecuada y elevación de la extremidad si es posible (4).
- Fracturas
Constituyen una discontinuidad parcial o total en los huesos a consecuencia de golpes, fuerzas o tracciones cuya intensidad supere su elasticidad. El hueso se parte o rompe debido a la presión que se ejerce sobre él, en casos extremos puede traspasar la piel, cuadro grave que recibe el nombre de fractura expuesta. En los niños pequeños, la elasticidad de los huesos es mayor, motivo por el cual se producen fracturas no completas denominadas “en tallo verde”.
Signos y síntomas
- Dolor de moderado a severo, dependiendo del daño y umbral del dolor del niño
- Impotencia funcional, dificultad o dolor a la movilización
- Deformación, pérdida de los ejes o simetría
- Edema, coloración cianótica o eritematosa de la piel
- Puede haber chasquido por el roce de los huesos (crépito óseo)
Manejo inicial
- Aplicar frío local
- Inmovilizar la extremidad en la posición que en ese momento se encuentre, no intentar reducir
- Si existe herida detener la hemorragia y cubrir con gasa o paño limpio
- Calmar al accidentado
- Trasladar a un centro asistencial
- Luxaciones
Es la salida del hueso de su articulación quedando las superficies articulares separadas, desgarrando los ligamentos que los mantienen en su sitio. Puede afectar a todas las articulaciones, entre las más frecuentes están: hombro, codo, cadera, rodilla, tobillo, dedo pulgar, dedo grueso del pie y mandíbula
Signos y síntomas
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Dolor de comienzo intenso, sensación de desgarro profundo que con el pasar del tiempo disminuye en intensidad y vuelve con el movimiento
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Impotencia funcional
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Deformidad de la articulación y rotación del miembro afecto
Manejo inicial
- Inmovilizar la articulación
- Reposo absoluto de la zona
- Aplicar frío local
- No intentar volver el hueso a su posición original, la reducción debe realizarla un profesional capacitado con los implementos necesarios
- Traslado a un servicio de urgencias
- Esguinces
Son las lesiones traumáticas más frecuentes, se define como la lesión de los ligamentos que se encuentran alrededor de una articulación.
Cuando el hueso sale de la articulación distiende los ligamentos y estos pueden desgarrarse, esto genera dolor e inflamación.
Clases
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Grado I o Leve: ruptura de un mínimo de fibras ligamentosas, dolor, tumefacción local sin inestabilidad articular
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Grado II o de Mediana Gravedad: disrupción de una mayor cantidad de fibras, gran reacción articular con pérdida de la función, sin inestabilidad articular
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Grado III o Grave: completa avulsión del ligamento con inestabilidad articular
Signos y síntomas
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Dolor localizado en la articulación que aumenta al tacto y a la palpación
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Equimosis: aparece dentro de las primeras horas y se extiende más allá del área de la lesión. La piel puede estar cianótica o eritematosa
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Impotencia funcional, relativa al grado de esguince, además de movilidad anormal
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Inflamación, aumento instantáneo y progresivo de volumen del área lesionada
Otros factores que asociados pueden orientar hacia la magnitud de los daños: -
Peso corporal, los niños con sobrepeso u obesos tienden a presentar cuadros más severos
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Actividad que realiza en el momento de la lesión. Ejemplo, si el niño camina normalmente es probable que la lesión sea más leve que si cae con el tobillo doblado desde una altura
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Rapidez e intensidad del aumento de volumen, si el edema es rápido se asocia a lesiones más severas, así también su magnitud y la intensidad del dolor
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Movilidad de la zona afectada, esta orienta al diagnóstico y la rápida evolución o mejora del cuadro
Manejo inicial
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Elevación de la extremidad afectada
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Reposo absoluto de la zona
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Aplicación de frío local, el hielo no debe estar en contacto directo con la piel ya que puede producir quemaduras (4, 6)