Los shamanes incas utilizaban yerbas, minerales, animales
vivos y disecados; oraciones y canciones para sanar a los
enfermos.
También practicaban cirugías: perforaban el cráneo para
extraer las causas del mal, como los espíritus. Para este tipo
de intervenciones, usaban la coca, o alguna otra planta
que adormeciera al paciente, como anestésico local.
Existían varios tipos de médicos: El hampacamayoc se especializaba
en plantas; el sancoyoc curaba a base de poderes
mágicos; el sirkak se dedicaba a curar fracturas; el
macsa ofrecía sacrificios y el sayac curaba mediante el uso
de granos de maíz.
Gran parte de las enfermedades, conocidas hoy también,
fueron clasificadas por los incas y tenían un tratamiento
para cada una.
Plantas medicinales
En el Imperio inca, en especial en
la región andina, se descubrieron
las propiedades curativas de muchas
hierbas, en especial, la hoja de
coca, que además de revertir los malestares
causados por la altura, era
utilizada en las danzas ceremoniales
de los shamanes. Pero también muchas
otras siguen siendo usadas en
nuestros días, como la hoja de coca,
la maca (revitalizante), uña de gato
(anticancerígeno) y la quinua, alimento
nutritivo con propiedades diuréticas,
expectorantes y refrescantes.