Las bases de datos no relacionales (también conocidas como NoSQL) son sistemas de gestión de bases de datos diseñados para manejar grandes volúmenes de datos no estructurados o semiestructurados. Se diferencian de las bases de datos relacionales tradicionales porque no utilizan un esquema tabular rígido ni dependen de SQL como único lenguaje de consulta.
Características principales
Flexibilidad de esquema:
No requieren un esquema predefinido, lo que permite manejar datos dinámicos y cambiantes.
Escalabilidad horizontal:
Permiten agregar más servidores para manejar el crecimiento de datos, en lugar de depender de un servidor central más potente.
Alto rendimiento:
Diseñadas para ofrecer rapidez en lecturas/escrituras, incluso con grandes volúmenes de datos.
Manejo de datos distribuidos:
Los datos pueden repartirse entre varios nodos, mejorando la tolerancia a fallos.
Modelos de datos variados:
Soportan diferentes formas de organizar y acceder a los datos, como documentos, grafos o pares clave-valor.
Tipos de bases de datos NoSQL
Bases de datos de documentos:
Almacenan datos como documentos (JSON, BSON, XML).
Cada documento contiene un conjunto de campos con estructuras flexibles.
Ejemplos:
MongoDB
CouchDB
Caso de uso: Aplicaciones web con datos no estructurados (blogs, catálogos de productos).
Bases de datos clave-valor:
Almacenan datos como pares clave-valor, donde cada clave es única.
Ejemplos:
Redis
DynamoDB
Caso de uso: Caching, sesiones de usuarios, configuración de aplicaciones.
Bases de datos de grafos:
Modelan datos como nodos (entidades) y aristas (relaciones), ideales para analizar conexiones.
Ejemplos:
Neo4j
Amazon Neptune
Caso de uso: Redes sociales, sistemas de recomendación, análisis de rutas.
Bases de datos de columnas anchas:
Organizan datos en filas y columnas, pero con flexibilidad para manejar un número variable de columnas.
Ejemplos:Apache Cassandra
HBase
Caso de uso: Almacenamiento de datos masivos y análisis en tiempo real.