El pensamiento computacional y la programación puede considerarse una competencia transversal del currículo educativo, que permite a los alumnos desarrollar habilidades de resolución de problemas, pensamiento crítico y creatividad.
Además, hoy en día la programación ya no es solo una tarea de los programadores, se ha convertido en una habilidad fundamental que impulsa la innovación tecnológica. Para los más pequeños, aprender a programar desde una edad temprana les brinda una comprensión más profunda del mundo digital que les rodea.
En este contexto, es importante que los docentes sean capaces de utilizar estrategias y recursos para trabajar el pensamiento computacional y la programación en las aulas, facilitar el aprendizaje en distintos niveles educativos y explorar propuestas didácticas innovadoras, como la utilización de la programación visual por bloques y la creación de robots-dispositivos programables.