Primera parte
Santiago era un muchacho que tenia un rebaño de ovejas, caminado se encuentra una iglesia abandonada, el techo de aquel lugar se había derrumbado, y en ese lugar habia un sicomoro gigante. Se decidió pasar allí la noche, y todas las ovejas entrarón por la puerta en ruinas. Colocó tablas para que no huyeran durante la noche. Al despertar, siente que tiene una conexión con las ovejas, pese a que son simples, las condiciones de vida de las ovejas solo buscan de comer y agua.
En los dos últimos días, Santiago se preocupaba por una chica, la hija del comerciante que vivía en la ciudad a donde se dirigía. El comerciante era dueño de una tienda de tejidos y le gustaba presenciar el esquilado de ovejas para evitar acalorarse en el campo y contraer enfermedades,Santiago se sentó en la acera de enfrente de la tienda y sacó un libro de su zurrón.
El muchacho le contó que era hija del comerciante y le habló de la vida en la aldea, donde cada día era igual.El muchacho siguió contando sus historias de viaje, y los ojillos moros se abrían y se cerraban de espanto y sorpresa. A medida que transcurría el tiempo, el muchacho deseaba que aquel día no se acabase nunca, y que el padre de la joven siguiera ocupado durante mucho tiempo. Se dio cuenta de que estaba sintiendo algo que nunca había antes sentido: las ganas de quedarse a vivir en una ciudad para siempre.
Santiago se da cuenta de que soñar con aquellas cosas que uno no posee es lo que hace a la vida interesante.
Llegando a Tarifa, se dirige a casa de una gitana con la ilusión de que interpretara su sueño. La mujer gitana le dice a Santiago que el tesoro es real, y que debe ir a las Pirámides a buscarlo. Por esta interpretación, ella le cobra a Santiago un diez por ciento de su futuro tesoro.
El muchacho sale a leer a la plaza, y se encuentra con un anciano llamado Melquisedec, diciendo ser un hombre sabio, le habla sobre la "mayor mentira del mundo". Todo el mundo tiene una leyenda personal, o algún sueño que ha deseado cumplir toda su vida, pero el miedo y la rutina irrumpen estos sueños, Melquisedec le ofrece un trato si le da un diez por ciento de sus ovejas, le contaría su sueño.
Santiago dudó un poco, pero llegó a la conclusión de que fueron pasos que lo llevan a realizar su leyenda personal y decidió vender sus ovejas y regalarle seis a Melquisedec. El anciano acepta y le aconseja a Santiago que siempre siga las señales del universo. Adicionalmente, le regala dos piedras: una negra llamada Urin, que significa "sí" y una blanca llamada Tumim, que significa "no". Si dudaba en algo, consultara las piedras que serían señales que le manda el universo.
Después del trago amargo en el bar donde conoció a aquel hombre que hablaba español y fue timado en el mercado, decide preguntarle a las piedras, sí cuenta con la bendición de Melquisedec, las piedras le responden que sí. Santiago decide continuar con su camino, y por las calles de Tánger, el muchacho limpia una pieza frente a la ventana, y el dueño de la tienda le ofrece un trabajo que le pagará lo suficiente para que compre un nuevo rebaño de ovejas y regrese a Andalucía. Santiago lo ve con buenos ojos y lo aceptó.
Segunda Parte
Santiago trabajó por un mes en el mercado de cristales, no era uno de los trabajos más felices, pero le tocaba hacerlo, el vendedor recibía una comisión razonable por cada pieza vendida, lo que le permitió ganar algún dinero. Santiago calculó los costos a lo largo del año para comprar ovejas, atrajo a un cliente que quería tres jarras de cristal y pues vendió mejor que nunca, como si hubieran vuelto las principales atracciones a Tánger.
El comerciante tenía un sueño; quería ir a La Meca, algo que nunca ha realizado a pesar de haber tenido oportunidades, de joven, invirtió su dinero en una tienda en lugar del viaje, pensando que se haría rico y podría ir más tarde. A lo largo de los años, observó a muchos peregrinos, ricos y pobres, que iban y regresaban felices. Aunque ha ganado dinero, teme realizar su sueño de ir a La Meca porque es lo que le da sentido a su vida diaria monótona. Prefiere seguir soñando con la peregrinación, ya que el miedo de no tener un propósito después de cumplir su sueño, es lo que lo detiene.
En menos de un año habría duplicado su rebaño, y podría negociar con los árabes, porque ya había conseguido hablar aquella lengua extraña. Desde aquella mañana en el mercado no había vuelto a utilizar a Urim y Tumim, porque Egipto pasó a ser un sueño tan distante, como lo era la ciudad de La Meca para el mercader. Sin embargo, el muchacho estaba ahora contento con su trabajo y pensaba siempre en el momento en que desembarcaría en Tarifa como un triunfador.
Siguiendo su camino encontró un Oasis, Santiago se enamora a primera vista de una chica llamada Fátima. Él quiere quedarse con ella, pero ella desea que él continúe persiguiendo su sueño, Santiago está bastante confuso y disgustado, pues no entiende el amor sin posesión, mientras está sentado en el suelo, pensativo, divisa dos gavilanes en el cielo. De repente, uno de ellos se abalanza y ataca al otro. En ese momento, llega una visión, observa un ejército con las espadas desenvainadas, cabalgando hacia el oasis. Santiago informa a los jefes de las tribus; éstos toman una decisión: Mañana se prepararán para luchar contra el enemigo, pero si la visión de Santiago es falsa, tendrá que pagar con su propia vida.
La visón resulta ser cierta y los jefes de las tribus le dan una bendición pero los terroristas no se quedan quietos; siguen en guerra con otras tribus, el alquimista y Santiago deciden seguir viajando ahora con mucha cautela debido a que se están acerca del área con más tribus en guerra. Santiago escucha su corazón y lo encuentra agitado. Su corazón comienza a contarle historias sobre el alma del mundo, específicamente sobre aquellos que han fracasado en encontrar su fortuna. El corazón de Santiago está asustado y quiere regresar a Fátima. Santiago le dice al alquimista que su corazón es traicionero y no quiere que continúe su viaje. “La traición es el golpe que no esperas”, le responde el alquimista. “Si conoces bien a tu corazón, él jamás lo conseguirá”.
La guerra los alcanza y son llevados cautivos por una tribu para salvar su vida y la de Santiago; el alquimista da voces a la tribu diciendo que tienen dinero pero éstos no quieren saber nada, el alquimista les dice también que Santiago es un poderoso hechicero y que puede convertirse en viento e incluso destruir a los miembros de la tribu, simplemente no le creen pero la dan a Santiago unos días para probarlo.
Santiago entra en pánico porque no sabe cómo convertirse en el viento, pero el alquimista no parece estar preocupado, durante tres días Santiago sube a un barranco a tratar de conectar con el desierto y su corazón y le preguntó al desierto cómo debe convertirse en viento, pero éste le responde que no sabe cómo ayudarle pero también le pregunta sobre el amor y dice que no sabe nada sobre el amor qué puedo ayudarlo el sol el sol le sugiere a Santiago que pide ayuda a la mano que le escribió todo. Santiago comienza sus oraciones, pero sugiere que su corazón y su alma con el mundo no son los mismos, una vez se da cuenta esto, el viento empezó a soplar con fuerza y los miembros de la tribu logran ver que Santiago desaparece y luego reaparece en otro campamento después de esto demostración deciden dejar ir a los viajantes y le ofrecen una ruta segura.
El alquimista y Santiago llegan a un monasterio y el alquimista, le comenta su manera de trabajar con la ciencia y cómo trabaja el metal para que se convierta en oro, y con su piedra filosofal logra convertir el plomo en oro y le regaló una Santiago y otra parte, al monje también adicional, le entrega al monje una piedra para que le guarde a Santiago en caso de que lo necesite.
Santiago, rumbo a las pirámides con una rebosante alegría se da cuenta que puede volver en paz porque el verdadero tesoro no es oro ni gemas sino, que la sabiduría que ha adquirido y su amor por Fátima sin embargo el alquimista le dice que escucha a su corazón el corazón de Santiago le dice que debe cavar bajo un escarabajo desierto ,depronto es atacado por un grupo de hombres salvajes robándole todo su dinero, Santiago les comenta qué es lo que está haciendo al final de la pirámide y uno de los hombres le responde diciendo que es un tonto porque él también tuvo el mismo sueño pero que se encontraba en España con un pastor de ovejas, el hombre que lo golpeaba se contenta porque él no fue tan tonto como para ir a buscar el tesoro, Santiago se levanta muy emocionado porque ahora ya sabe dónde se encuentra su tesoro.
Encuentra un baúl de monedas de oro español en las raíces del árbol sicomoro. Justo donde tuvo el sueño dos años atrás, se acuerda de que tiene que volver a Tarifa para darle su parte del tesoro a la gitana. Cuando está a punto de partir, siente el viento soplando desde el desierto, trayendolo a su hogar con él los besos de Fátima.
Lectura facilitada
Primera parte
Santiago es un joven pastor quien disfruta la libertad de viajar con sus ovejas de un lugar a otro. Mientras dormía en una iglesia en ruinas que tenía un árbol sicómoro creciendo fuera de las ruinas de la sacristía, tenía un sueño recurrente.
Un niño le muestra un tesoro cerca de las pirámides Egipcias y decide ir con una gitana para que interprete su sueño.
Por un décimo de su tesoro, ella predice que él debe ir a las Pirámides y ahí encontrará el tesoro.
Decepcionado por la simple explicación, Santiago se va justo cuando la gitana le dice que “las cosas más simples en la vida son las más extraordinarias y solo los sabios consiguen verlas”.
Melquisedec es de hecho el Rey de Salem y le da a Santiago una piedra blanca y negra para ayudarlo en su camino cuando no puede leer los augurios, “pero, si puedes, trata de tomar tus propias decisiones”.
Conoce a otro joven que habla español y estúpidamente confiado, le da el dinero para comprar camellos y comida para el viaje. Camino al mercado, su guía desapareció misteriosamente, Santiago recuerda las piedras, Urim y Tumim y su confianza aumenta.
Segunda Parte
Santiago comienza a trabajar para un mercader de cristales limpiando todos los cristales en su tienda. Está determinado a trabajar hasta que tenga suficiente dinero para regresar a casa y comprar ovejas.
Fátima, una mujer del desierto, lo convence de alcanzar su sueño y ella estará esperándolo en el oasis.
Santiago, está triste y mientras ve al cielo, el Universo le da una nueva señal, una visión de un ejército en el oasis. Explica su visión al jefe de la tribu logran salvar al oasis y a la gente que esta viviendo en el.
Mientras empiezan a cruzar el desierto, le enseña cómo encontrar vida en el desierto y cómo el amor nunca detiene a un hombre que persigue su leyenda personal.
Son alcanzados por la guerra, una tribu los rapta, el alquimista dice que tienen dinero y que Santiago es un gran mago y que los puede destruir, las personas de la tribu no le creen, pero les interesa que le muestren su poder, muy preocupado el muchacho por no saber como convertirse en el viento, el alquimista le da ciertos consejos para que el logre hacerlo y así lo deseará.
Le sugiere pedir ayuda al cielo. El viento crea una tormenta de arena, así que borra el sol y no ciega al joven. El sol dice qué sabe sobre el amor y empieza a brillar más. Pero aun así no pueden transformar al joven en el viento, pero le dicen que le hable a la mano que creó todo, así lo hace y se conecta consigio mismo y entiende muchas cosas. El viento sopla muy fuerte y las personas de la tribu lo observan y le creen, le ofrecen una ruta para viajar segura.
El alquimista acompaña a Santiago al monasterio y le muestra cómo transformar plomo en oro. Se separan y reparten el oro, Santiago se dirige a las pirámides, logra excavar, pero es interrumpido por un grupo de hombres que lo golpean. Les cuenta de la leyenda personal , lo llaman tonto porque uno de ellos ya tuvo el mismo sueño pero el oro estaba en España con un pastor de ovejas, Santiago sonrie y regresa a donde estaba plantado el sicomoro y encuentra el tesoro, despues de 2 años de viaje, finalmente regresa con Fatima.
Audio
Primera parte.
Segunda parte.