La política de la infancia es un conjunto de estrategias, programas y normativas orientadas a garantizar los derechos fundamentales de niñas y niños, promoviendo su bienestar, desarrollo integral y participación activa en la sociedad. Estas políticas parten de principios básicos como la equidad, la protección y el interés superior del menor, alineándose con los estándares internacionales, como la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas.
Su enfoque abarca áreas clave como educación, salud, protección contra la violencia, acceso a servicios básicos y el fortalecimiento del entorno familiar y comunitario. Además, busca crear las condiciones necesarias para que cada niño y niña pueda crecer en un ambiente seguro, inclusivo y lleno de oportunidades, respetando su diversidad cultural, social y económica.
En este marco, los gobiernos, junto con organizaciones internacionales, locales y la sociedad civil, desempeñan un papel fundamental para diseñar e implementar políticas que respondan a las necesidades específicas de la infancia y contribuyan al desarrollo sostenible de las comunidades y naciones.