De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española, la animación consiste en diseñar los movimientos de personajes o elementos y se puede crear con el fin de infundir ánimo o valor. Según explican Thomas y Johnston, en su libro The Illusion of Life (1981), a principios de los años 30, en los emergentes estudios de animación de Walt Disney, los animadores trabajaban constantemente en busca de métodos eficaces para relacionar dibujos, unos con otros.
Ilustración 1. Animación por Walt Disney. Tomado de: (Thomas y Johnston, 1981)
Si se aplican estas definiciones al ámbito educativo, la animación se puede utilizar con el propósito de representar contenido dinámico (Pisarski, 2015). Este método en particular consigue que la información transmitida sea menos desordenada, más atractiva y de más fácil comprensión. Por ejemplo, un tema complejo puede ser mejor explicado con la ayuda de animaciones para enfatizar en puntos que es más fácil expresarlos con animaciones antes que con largas charlas explicativas. De esta manera el aprendizaje puede ser sencillo e interesante.
Dentro de un conjunto de técnicas de aprendizaje ordinarias, la animación se convierte en un componente didáctico interesante para los estudiantes, que complementa el proceso de aprendizaje en varios ámbitos.