Exploración del Cuerpo y Motricidad
Para empezar la realización de esta actividad lo principal es buscar un lugar libre y seguro para el niño, de esta manera tenemos un espacio donde la mámá y el niño puedan entender la explicación por parte de la educadora familiar, quien se encargara de guiar paso a paso el trabajo a realizar para alcanzar los objetivos propuestos con el niño o niña.

Usando una cinta de colores o un lazo, la madre puede guiar al niño a moverse por el espacio. La madre sostiene la cinta en un extremo mientras el niño gatea, camina o intenta agarrar el otro extremo. Esta actividad anima al niño a moverse, gatear o caminar, desarrollando su motricidad gruesa.
Si el niño está sentado, puede intentar agarrar la cinta, lo que también estimula la motricidad fina.
En resumen, esta actividad facilita el desarrollo motor de manera lúdica y fomenta la interacción entre el niño y la madre, lo que también refuerza el vínculo afectivo.
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- PARA QUÉ SIRVE ?
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La actividad "Sigue la Cinta" tiene como finalidad promover el desarrollo de las habilidades motoras del niño, tanto gruesas como finas, a través del movimiento y la exploración del cuerpo. Aquí están sus principales objetivos y beneficios:
Objetivo:
Desarrollar la motricidad gruesa: Al seguir la cinta, el niño se mueve activamente, ya sea gateando, caminando o haciendo movimientos corporales, lo que favorece el desarrollo de los músculos grandes del cuerpo, como los de las piernas, brazos y tronco.
Estimular la motricidad fina: Si el niño intenta agarrar la cinta, se trabajan los músculos pequeños de las manos y los dedos, esenciales para el desarrollo de la coordinación y destrezas manuales.Beneficios:
Coordinación ojo-mano:
Al intentar alcanzar la cinta, el niño mejora la capacidad de coordinar el movimiento de los ojos con el de las manos.
Exploración espacial:
Moverse en el espacio siguiendo un objeto como la cinta le ayuda al niño a mejorar su percepción espacial y a entender el entorno que lo rodea.
Fortalecimiento muscular:
Los movimientos, ya sea gateo, caminata o estirarse para alcanzar la cinta, ayudan al fortalecimiento de los músculos, contribuyendo a la autonomía física del niño.
Estimulación sensorial:
El uso de cintas coloridas o lazos de diferentes texturas también ofrece estimulación visual y táctil, lo que enriquece la experiencia sensorial del niño.
- TRABAJO EN GRUPO
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Canva. Trabajo grupal (CC BY-ND) Objetivo: Estimular la motricidad gruesa y fina en un grupo de niños mediante el seguimiento de una cinta guiada por un adulto, promoviendo el movimiento, la coordinación y la interacción social.
Descripción de la Actividad:
Un adulto (maestro o educador@ familiar) guiará a un grupo de niños con una sola cinta de colores o un lazo largo. El adulto moverá la cinta por el espacio, mientras los niños intentan seguirla, gatear o caminar detrás de ella, según sus habilidades motrices. Esta actividad permite que los niños se mantengan activos, desarrollen sus habilidades motoras y aprendan a coordinarse con sus compañeros.
Materiales:
- Una cinta de colores o lazo largo (de unos 3-5 metros) que sea suave y seguro.
- Un espacio amplio y despejado para que los niños puedan moverse libremente.
- Opcional: música suave para acompañar la actividad.Pasos a seguir:
Introducción al juego:
El grupo de niños se sienta en un círculo alrededor del adulto. El adulto les muestra la cinta de colores y les explica que tendrán que seguirla o intentar atraparla mientras se mueve. Se puede agitar la cinta en el aire o moverla lentamente por el suelo para captar su atención.
Sigue la cinta:
El adulto comienza a mover la cinta por el espacio, ya sea a nivel del suelo o levantándola ligeramente en el aire, dependiendo de las habilidades de los niños. Los niños deberán gatear, caminar o correr detrás de la cinta, intentando seguirla o tocarla.
Variaciones en el movimiento:
El adulto puede cambiar la dirección o la velocidad del movimiento de la cinta, manteniendo la actividad divertida y desafiante para los niños. A veces puede moverla lentamente para que todos la alcancen, y otras veces más rápido para que los niños intenten seguirla con mayor esfuerzo.
Exploración individual y grupal:
A medida que los niños siguen la cinta, también se les puede invitar a imitar diferentes movimientos con sus cuerpos (por ejemplo, mover los brazos como si fueran la cinta o gatear como animales). Esto les permite explorar el movimiento de manera creativa mientras interactúan entre sí.
Cierre en círculo:
Al final de la actividad, todos los niños pueden sentarse en círculo nuevamente, mientras el adulto utiliza la cinta para acariciar suavemente sus manos o pies, creando un momento de relajación y cierre después de la actividad física.
Adaptaciones:
Para los niños que tienen menos movilidad o que están en etapa de gateo, el adulto puede mover la cinta más lentamente a nivel del suelo, animándolos a seguirla a su propio ritmo.
Para niños con mayor movilidad, el adulto puede aumentar la velocidad y agregar retos, como hacer que salten sobre la cinta o que la sigan mientras evitan obstáculos.Beneficios:
- Desarrolla la motricidad gruesa y fina, ayudando a los niños a moverse y coordinarse.
- Fomenta la interacción social al participar en una actividad grupal donde todos siguen el mismo objeto.
- Mejora la atención y la concentración al intentar seguir la cinta y mantener el ritmo del juego.
- Estimula la creatividad y la imaginación a través de los movimientos variados del cuerpo.
- Esta actividad ofrece una forma divertida y dinámica para que un grupo de niños se mantenga activo mientras sigue las indicaciones de una sola persona, lo que facilita la organización del grupo y promueve el desarrollo motriz de una manera accesible para todos.
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Materiales:
- Cinta de colores o lazo (preferiblemente de material suave y seguro)
- Espacio amplio y seguro donde el niño pueda moverse libremente (libre de obstáculos)
Instrucciones para la madre:
Preparación del espacio:
Encuentra un lugar en casa donde el niño pueda moverse con seguridad. Retira objetos que puedan ser peligrosos o que puedan interrumpir la actividad.
Comienzo del juego:
- Toma un extremo de la cinta o lazo, y asegúrate de que el otro extremo esté cerca del niño.
- Llama la atención del niño usando la cinta, balanceándola suavemente frente a él para que intente alcanzarla.
Si el niño está gateando:
- Mueve la cinta lentamente en el suelo para que la siga gateando. Cambia de dirección para que el niño tenga que moverse en diferentes sentidos.
- Si el niño está caminando: anima al niño a seguir la cinta caminando. Puedes levantarla a diferentes alturas para que él se estire e intente alcanzarla.
- Si el niño está sentado: mueve la cinta cerca de sus manos para que trate de agarrarla y explore las texturas, estimulando la motricidad fina.
Varía la actividad:
- Puedes colocar la cinta en diferentes partes del cuerpo del niño (suave y con cuidado), como en los pies o las manos, para que él intente moverla o alcanzarla.
- Crea pequeños desafíos, como hacer que el niño pase por debajo de la cinta o que intente dar pequeños saltos (si ya camina).
Reflexión para la madre:
Observa cómo reacciona tu hijo a la cinta:
¿se mueve con entusiasmo?, ¿cómo responde a los diferentes movimientos?
Anota si hay alguna habilidad motora que te gustaría trabajar más en el futuro (por ejemplo, si notas que le cuesta estirarse o gatear en una dirección específica).
Resultados esperados:
- El niño habrá trabajado su coordinación motora, tanto gruesa como fina.
- Madre e hijo habrán compartido un momento de interacción positiva y afectiva.
- Se generará un ambiente lúdico en el que el niño explora su entorno y habilidades físicas de forma divertida.