Michelle McNally es sordociega desde los 19 meses de nacida. Creció bajo el cuidado de sus padres, quienes veían en la niña un peligro para sus vidas por los accidentes involuntarios que ocasionaba. Tanto era el temor del padre que estaba dispuesto a internarla en un instituto mental. Su madre, como último recurso, contrató a un profesor para que trate de educarla. El maestro, con mucha paciencia y entre algunos altercados por el carácter hostil y agresivo de Michelle, fue capaz de mostrarle a la niña una nueva luz en su vida: la luz del conocimiento. Gracias a esto fue posible que Michelle ingrese a la universidad y cumpla su sueño de graduarse.
Foto por Montserrat Taravilla Redondo en Pinterest